Para lograr una verdadera democracia, es importante luchar por una sociedad que respete los derechos de todos. La ley no siempre protege a quien lo necesita ni reconoce los derechos de todos, por lo que debemos empezar por nosotros mismos a mirar de igual manera a todos los que nos rodean, ya sea que tenga alguna discapacidad, sea de otro lugar, tenga diferente condición sexual a la de nosotros, etc. Si queremos una sociedad y más importante una educación inclusiva, debemos comenzar nosotros a marcar la diferencia y hacer cambios. Por más pequeña que sea nuestra labor, siempre habrá alguien que nos agradecerá aquel acto.
Daniela Aguila González
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